Las ventajas de los sistemas MES para el sector alimentario en 2017

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En un mundo en que los márgenes de beneficio no hacen más que reducirse y hay que aprovechar al máximo la capacidad, los sistemas de gestión de la fabricación (MES por sus siglas en inglés) se han vuelto una herramienta esencial. James Wood, director de las líneas Factory y Activplant de Aptean, analiza las perspectivas de los fabricantes de la industria alimentaria para el año que llega.

Ser un fabricante no es fácil hoy en día. Los márgenes se reducen, las normativas se vuelven más exigentes y cada vez cuesta más encontrar a personal cualificado.

Uno de los numerosos retos que afronta el sector es la necesidad de disponer de datos más útiles y visibles, ya que a muchos fabricantes les cuesta reunir este tipo de información. Falta visibilidad, métodos de medición útiles e información en tiempo real. Aunque los sistemas ERP (planificación de recursos empresariales) proporcionan algunos de estos datos, carecen de la funcionalidad para transmitir la información a la fábrica, lo cual es necesario para resolver los problemas a medida que surgen.

Ahí es donde un sistema MES marca la diferencia. Esta tecnología supervisa y documenta el proceso de producción entero, desde la materia prima hasta el producto acabado. A continuación, vuelve a introducir estos datos en el proceso de producción.

Los sistemas MES pueden ayudar a los fabricantes a aprovechar una capacidad que a veces ni siquiera sabían que tenían y a destinar mejor los recursos, lo que contribuye a mejorar enormemente la eficacia.

Clientes exigentes

Aunque 2017 es un buen momento como cualquier otro para adoptar un sistema MES, muchos fabricantes de la industria alimenticia que tuvieron visión de futuro y dieron el salto hace años ahora piden características y funciones adicionales para recopilar más datos de producción y ampliar el radio de acción de la tecnología. Hacer que el sistema MES sea una parte visible de la cadena de suministro es esencial para evitar que la información quede relegada a las cuatro paredes de la fábrica. La lista de deseos de los fabricantes está creciendo.

Tras haber demostrado ser una herramienta muy útil para mejorar la eficacia de la fabricación, los sistemas MES han alcanzado un punto en el que lo importante no es solo que se implante el sistema, sino cómo se hace.

Según las necesidades del fabricante, la solución puede ser instalar el sistema o bien usar una solución basada en la nube. Para muchos, la combinación de las dos modalidades será la mejor opción. La modalidad de suscripción (nube de datos) es predominante hoy en día, ya que permite implantar el sistema de manera rápida y con menos esfuerzo.

Por otro lado, los fabricantes también han empezado a pedir funciones móviles para poder consultar los datos recopilados por el sistema MES desde tabletas y otros dispositivos móviles. Así, la demanda está llevando a los proveedores de sistemas MES a ofrecer sus propias apps.

Son solo datos... si no los aprovecha

Lo difícil no es recopilar los datos, sino organizarlos de modo que resulten útiles para el fabricante. Podemos distinguir dos fases. La primera es la selección: ¿Qué datos sirven y para qué? La segunda es la presentación inteligente; es decir, ¿cómo podemos organizar los datos para que aporten valor añadido a quien los consulte?

Los sistemas MES del futuro deberán mejorar cada vez más a la hora de obtener la información adecuada y hacerla llegar a la persona apropiada y en el momento correcto. No tiene sentido recabar cantidades ingentes de datos si luego las personas tienen que sumergirse en ellas para encontrar lo que necesitan. Para que un sistema MES sea efectivo, la información recopilada necesita convertirse automáticamente en datos prácticos y organizados que faciliten las mejoras y una cultura de la acción en todos los niveles de la empresa.

Llega la Industria 4.0: prepárese

La fabricación inteligente es más que un término de moda: a medida que las máquinas se vuelven más avanzadas, la idea de la Industria 4.0 empieza a materializarse. Por ejemplo, la posibilidad de que las máquinas encarguen sus propios recambios según sus necesidades está cada vez más cerca. En menos de diez años la automatización completa podría ser una realidad.

Pese a que algunos fabricantes se preparan ya para ese futuro, otros ‒la mayoría, de hecho‒ aún tardarán un tiempo en adaptarse. Los sistemas MES pueden ayudarlos a recorrer ese camino. Si utilizan los datos correctos de la manera adecuada, los fabricantes pueden adquirir la versatilidad y la eficacia necesarias para avanzar progresivamente hacia lo que será la fabricación dentro de una década.

El futuro será a la medida

Los sistemas MES se expandirán en los próximos años. Se prevé que el sector tecnológico internacional crezca hasta alcanzar un valor de 7.400 millones de dólares en 2020 . En un momento en que aumentan tanto el número de usuarios que instalan sistemas MES como las exigencias de estos, 2017 parece que será un año crucial para esta tecnología, que avanzará hacia un modelo de soluciones personalizadas que ayuden a los fabricantes de la industria alimentaria a ser todo lo eficaces posible para seguir la senda del éxito y reducir los costes al mínimo.

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